¡ME DECLARO CULPABLE!
No se culpe a nadie por mi derrota
No se culpe a nadie por mi dolor
Solo yo soy la culpable
De haber cometido tan grande error
Confiar ciegamente en la “suerte”
Apartando la razón…
Una mañana a fines de agosto
Un primo hermano gran negocio me planteo
Fue tan contundente lo que expuso
Que siendo yo tan desconfiada
Enseguida me convenció
Hoy me hundo lentamente
En la ruina y desolación
Mientras el timador fantasioso
Con mi dinero orondamente se pasea
Sin platearme solución
¡Voy mañana! ¡Voy pasado!
¡Tranquila por tu casa paso yo!
Era lo que me respondía
Cuando le ejercía presión
¡Pero el infeliz nunca llego!
¿Confié realmente en la suerte?
¿O en el primo timador?
¡Me declaro culpable!
Ni un recibo me firmo
No sé que me paso…
La ley no me respalda
Porque nadie me obligo
Venga un aplauso sonoro
Para el cínico timador
Quien aprovechándose
De mi buena fe
Mis ahorros se llevo
¡Me declaro culpable!
De esta triste situación
Dios te perdone primo hermano
¡Porque este pecho no!
DNDA@COLOMBIA
MAYO 19 DE 2014
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Aprovecharse de una mujer viuda y sola, es la peor infamia que ha cometido ese sujeto, que no merece que lo llames primo hermano, mi estimada amiga Helia. ¡Me da mucha indignación, porque presiento que este poema bien logrado te lo inspiró la vida real! Que te sirva de experiencia amiga mía, nunca vuelvas a entregar dinero sin que te firmen un recibo con el que tú puedas respaldar el préstamo que hiciste ante las autoridades. Y es más, no le prestes dinero a nadie, a menos que sean tus propios y amados hijos. Dios te bendiga amiga, la verdad me duelen estas injusticias. Un abrazo desde Lima Perú. Ingrid Zetterberg
ResponderEliminarSi es la de vida real, ese drama lo estoy viviendo yo en estos momentos...
EliminarGracias por estar preente amiga. Dios te bendiga