En
esta hermosa mañana valduparence he llegado a
orillas del Rio Guatapurí, observo a mí alrededor y escucho el zumbido del viento y el cantar de
los mochuelos en sus nidos…
Me
quedo embelesada observando cómo se mecen los arboles con la caricia del viento, el aroma de la flor del cañahuate y
mis pies acariciados por la arena del rio, me
llenan de nostalgia, miro el cielo cubierto de brillantes nubes y le pregunto a
Dios entristecida:
¿Señor
cuál es el sentido de mi vida?
¡Qué
sentido tiene mi vida si los seres que he amado tanto han partido para siempre
y me han dejado con el alma huérfana y las manos vacías!
Hoy me siento particularmente triste, pero mi
tristeza es rara, ya que brota de lo más profundo del alma alojándose como un nudo
dentro del pecho, que no me da por llorar; sin embargo, mis ojos se inundan. .
¡Ya
las lágrimas no corren por mis mejillas
como en otras ocasiones!
Es
tan grande esta tristeza, que los recuerdos se vienen de golpe, sintiendo que todo
lo vivido y todo lo sufrido se revelara en mi interior gritando con rabia ¡Ya basta de tanto dolor!
¡Si!
Ya basta de tanto dolor, es hora de alejarme y empezar de cero en otro lugar,
donde no exista tanta envidia, tanta maldad y tanto egoísmo.
Ya
es hora de alejarme de todos los que me
han hecho tanto daño con de su
negativismo, empañando mi brillo con su actitud, es hora de mirarlos de
frente y decirles mirándoles a los ojos
con el corazón en la mano:
¡Fue
un placer conocerlos! Luego marchar bien lejos sin volver la vista atrás…
Tal
vez así por fin encuentre el sentido de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario